¿Te has preguntado alguna vez cómo era la relación entre los dioses griegos y los animales? Seguramente habrás oído hablar de las metamorfosis de Zeus, que se transformaba en toro, cisne o águila para seducir a sus amantes. O tal vez conozcas las historias de Heracles, que tuvo que enfrentarse a leones, hidras y jabalíes como parte de sus doce trabajos.
Pero hay una diosa que quizás no asocias tanto con el mundo animal, y que sin embargo tiene una influencia muy especial sobre él. Se trata de Afrodita, la diosa del amor y la belleza, que según el Himno homérico V, es capaz de hacer que todos los seres vivos se enamoren y se reproduzcan.
El Himno homérico V a Afrodita es un poema de unos 290 versos que narra el episodio en el que la diosa, engañada por Zeus, se enamora de un mortal, Anquises, y se une a él en el monte Ida. El himno forma parte de una colección de 33 poemas dedicados a diferentes divinidades, que se atribuyen tradicionalmente a Homero, el autor de la Ilíada y la Odisea, aunque en realidad fueron compuestos por varios poetas entre los siglos VIII y VI a. C.
Los himnos tenían una función religiosa, ya que se recitaban o cantaban en las ceremonias de culto, pero también una función literaria, ya que mostraban la habilidad de los poetas para crear historias y descripciones sobre los dioses.
En este himno, Afrodita es presentada como la diosa más poderosa, capaz de someter a su voluntad a todos los dioses y mortales, excepto a tres: Atenea, Artemisa y Hestia, que se mantienen vírgenes y ajenas al amor.
Sin embargo, Zeus, que está celoso de su poder, decide hacerle probar su propia medicina, y hace que se enamore de Anquises, un joven pastor troyano de gran belleza. Afrodita, sin saber que es obra de Zeus, se siente atraída por él y decide seducirlo. Para ello, se disfraza de una princesa frigia y se le aparece en su cabaña. Anquises, al verla, queda deslumbrado por su aspecto y le propone matrimonio. Afrodita, fingiendo timidez, acepta y se acuesta con él.
Después, le revela su verdadera identidad y le anuncia que tendrá un hijo suyo, Eneas, que será el héroe y fundador del pueblo troyano. También le advierte que no debe contar a nadie lo que ha pasado, o sufrirá las consecuencias. El himno termina con el nacimiento de Eneas y la felicidad de Anquises.
Lo que llama la atención de este himno es que, además de narrar esta historia de amor entre una diosa y un mortal, el poeta introduce varias referencias a los animales, que muestran el influjo de Afrodita sobre ellos. Según el documento “El influjo de Afrodita sobre los animales en el Himno homérico V” de María Flores Rivas, hay dos pasajes del himno que merecen especial atención, aquellos en los que se menciona el motivo de Afrodita como señora de los animales: los versos 1-6 y 68-74
En el primer verso, se dice que Afrodita es la que “a todos los animales doma” (πάντων τε θηρίων κατέρυκε). Esta expresión sugiere que la diosa tiene el poder de controlar y pacificar a los animales, haciéndolos dóciles y mansos. También implica que los animales son capaces de sentir el amor y el deseo, y que Afrodita los estimula para que se apareen y se multipliquen. Esta idea se refuerza en los versos 68-74, donde se describe el efecto que tiene la presencia de la diosa en el monte Ida:
Allí pastaban los rebaños de vacas y de gordas ovejas, y allí las abejas hacían sus panales en las colmenas. Y los leones de ánimo indómito y los osos, y los lobos veloces, que son odiosos a los corderos, todos ellos, olvidados de su fiereza, se mezclaban unos con otros, y la diosa los domaba.
Aquí se observa que Afrodita no solo influye en los animales domésticos, sino también en los salvajes, que normalmente son hostiles y violentos. El poeta crea un contraste entre el carácter de los animales, que se expresa con adjetivos como “indómito” (ἄγριος) y “odioso” (στυγερός), y su comportamiento, que se describe con verbos como “olvidar” (λαθέσθαι) y “mezclar” (μίσγεσθαι).
El resultado es una escena de armonía y paz, en la que los animales se olvidan de sus diferencias y se unen entre sí, bajo el dominio de la diosa. Esta imagen recuerda a la de la edad de oro, el periodo mítico en el que los hombres y los animales convivían sin conflictos ni sufrimientos.
Estas referencias a los animales son muy singulares, ya que en la literatura griega arcaica, donde solo dioses y mortales son susceptibles de sentir el poder de Afrodita, el himno constituye una excepción.
Según la investigadora María Flores Rivas, estas referencias tienen una doble función: por un lado, exaltar el poder de la diosa, que se extiende a todos los seres vivos; y por otro lado, crear un contraste entre los animales, que se dejan llevar por el instinto, y los humanos, que tienen capacidad de razonar y elegir. Así, el himno plantea una reflexión sobre la naturaleza del amor y la sexualidad, y sobre el papel de la diosa en la vida de los mortales.
Además, el himno presenta a Afrodita como señora de los animales (πότνια θηρῶν), un título que se aplicaba a otras diosas, como Artemisa, Hera o Cibeles, que tenían una relación más estrecha con el mundo natural y la fertilidad. Este título sugiere que Afrodita tiene un origen oriental, ya que se basa en un modelo iconográfico de una diosa que aparece rodeada o sosteniendo animales, que se encuentra en las culturas de Anatolia, Siria y Mesopotamia.
Según la historiadora Stephanie Budin, Afrodita es el resultado de una fusión entre varias diosas del amor y la guerra de estas regiones, como Ishtar, Astarté o Atargatis, que se asimilaron a la diosa griega a partir del siglo VIII a. C. Así, el himno refleja la influencia de estas tradiciones en la configuración de la imagen de Afrodita.
El Himno homérico V a Afrodita nos revela un aspecto sorprendente de la diosa del amor, y nos hace reflexionar sobre la relación entre los animales y la religión y la cultura griegas. Si te interesa profundizar en este tema, puedes leer el documento de María Flores Rivas que se uso para escribir esta entrada: disponible [aquí], y revisar las fuentes que menciona al final.
También puedes leer el artículo de este blog sobre [el mito del nacimiento de Afrodita], donde aprenderás más sobre la representación y el simbolismo de la diosa.
¿Qué otros aspectos te gustaría conocer sobre la diosa del amor?
¡Hasta la próxima!
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